Tuesday, February 27, 2007

Two stories!

Fue un encuentro fugaz, lleno de incertidumbre, de inocencia. Eran dos historias que se encontraban bajo la luz de la selección. Distintas pero, de algún modo, destinadas a relacionarse.

Papel sobre papel se mezclaron los personajes, las ideas, las acciones, los desenlaces. Dos historias se encontraron en el suelo de la ilusión por alcanzar la felicidad que jamás se había vivido de forma plena. Paulatinamente, fueron conociendo al relato que yacía a su lado, estrechando su fondo hacia sí. Poco a poco lo fueron confundiendo con su propia realidad. Era un juego de intuición, de sorpresa. Diferentes escenas se entrelazaron con el tiempo formando la conjugación de ambas.

Se estaba creando una nueva historia. Nuestra historia.

La narración no siempre era coherente, los personajes, sorprendentemente, eran parecidos en cada historia. Los lugares, las acciones, los sucesos a desarrollarse, giraban entorno a la especie de unión que sobre un hombro toma lugar una lágrima. Era la atadura afectiva, la mágica.


Rose esperaba el momento del cambio, anhelaba deshacerse de su comportamiento cotidiano ante la vida y actuar de manera distinta, sin prejuicios, sin recatos. Era aún incapaz de atreverse.
Tener un amor sin tiempo, seguimientos de sucesos ajenos a sí le hacían envidiar aquello que no poseía. Además de necesitar valentía, necesitaba imaginación. La esperanza de una nueva vida en su interior le excitaba, volteretas sobre la cama vacía se perdían entre sus tantas fantasías, escenarios, consecuencias.


Vivo por mis sueños, quiero hacerlos realidad. Es confusa mi explicación, no la entenderías. Aquel ser complicado que hablaba con los ojos vendados como consecuencia de la luz. Ser lo que quiero ser, aunque asumo que no soy lo realmente bueno para el género. Giros, cambios, abandonos. Fantasmas del pasado a los que siempre estaré atado. Sos vos, eres especial.


Estoy a dieta. Quiero un chocolate. No me gustó el libro. No lo supiste leer. Conflictos entre las historias al intentar unificarse eran inevitables. Sin embargo, ninguna quería perder su esencia. Su individualidad. Su forma y su fondo en todo sentido. Nadie quería perderse.

Aún es un secreto. Nadie sabe de la fusión que se está generando entre estas historias. No hay que emocionar al lector. La unión es complicada, es perfecta en esencia, es posible, es para otro tiempo. Un tiempo sin definición, una fecha imaginada en la ilusión de la escena.

Cada historia es única, es individual. Vive en la soledad interna de la creación de su escritor. Conjugarla con otra no limita la narración. Crea en cambio un nuevo relato que sólo será compartido para la felicidad mutua. Unión sin revueltas. Separación sin distanciamiento. He ahí la futura historia.