Saturday, August 18, 2007

Durante 28 días

Allí estaba, de pie, conteniendo los impulsos que me empujaban a la realidad. Impotente ante la inevitable tortura de no hallarme en los mundos fantásticos que imaginaba cada noche.

El escenario parecía perfecto, la conversación sincera sobre las circunstancias del corazón. La coraza esperando por el momento de romper las excusas sin presionar los intentos.

Un abrazo mágico acordó cortar la continuación de las horas para recrear lo maravilloso que es hundirse en la utopía. Como si cada mirada se convirtiera en la Itaca de mis sueños. El boceto de un destino que flota sin dejar huellas visibles al resto de los espectadores.

Se acerca la hora de partir, dijiste que la vida muere en cada instante. Deseo que hoy no haya más minutos.
Espérame en el café,
Te extraño ya, en el segundo donde muere este suspiro.